La Moringa puede ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre, también a tratar algunos trastornos estomacales, como la constipación, la gastritis y la colitis ulcerosa. Las propiedades antibióticas y antibacterianas de la moringa pueden ayudar a inhibir el crecimiento de varios patógenos, y su alto contenido de vitamina B ayuda a la digestión.
Precauciones: estos productos tienen el carácter de auxiliares sintomáticos y no reemplazan lo indicado por el médico en el tratamiento de una enfermedad. Al consultar al médico, infórmele que está usando esta hierba medicinal.
Otros antecedentes: su uso está avalado sólo por la tradición.